Acerca de la Estrategia
- Entidad Mandante:Corporación Regional de Desarrollo Productivo, Región de Coquimbo (CRDP Coquimbo)
- Entidad que desarrolla el proyecto: Centro del Agua para Zonas Áridas y Semiáridas de América Latina y el Caribe (CAZALAC)
- Cuencas que se consideran en este proyecto:
- Cuenca de Los Choros
- Cuenca del Río Elqui
- Cuenca del Río Limarí
- Cuenca del Río Choapa
- Cuenca de Pupío
- Cuenca de Quilimarí
Objetivo General
Elaborar la Estrategia Regional de Recursos Hídricos por cuenca 2014-2030, de la Región de Coquimbo, que incluya una planificación detallada de corto plazo 2014-2018 y una planificación de largo plazo 2018-2030.
Objetivos Específicos
- Estimular la participación activa del Directorio Regional del Agua y de los distintos actores y usuarios del agua de las distintas cuencas hidrográficas regionales.
- Consensuar los lineamientos estratégicos, con las principales autoridades políticas del Gobierno Regional.
- Fortalecer las capacidades de vinculación entre distintos actores públicos y privados que contribuyen al desarrollo de las distintas cuencas hidrográficas y desarrollo regional.
- Establecer en conjunto la visión de cuenca en referencia a los recursos hídricos, principales proyectos a desarrollar, factores que favorecen y frenan el desarrollo productivo asociado y los diversos mecanismos técnicos y metodológicos que permitan la implementación efectiva de las soluciones con enfoque de sustentabilidad.
- Especificar las planificaciones de corto plazo (2014-2018) y de largo plazo (2018-2030).
Principales resultados esperados, para cada una de las cuencas:
- a) la visión, objetivos, acciones, indicadores,
- b) proceso de seguimiento y evaluación,
- c) presupuesto anual para los primeros cuatro años,
- d) presupuestos cuatrienales para los próximos tres periodos (2018-2022; 2022-2026 y 2026-2030) y
- e) modelos de financiamiento público-privado.
Contexto Actual de la Región
El prolongado período de escasez hídrica por el que atraviesa la Región de Coquimbo, obliga a pensar que nos encontramos inmersos en una realidad de índole más estructural que circunstancial respecto a los recursos hídricos. El cambio climático se manifiesta ya como un escenario concreto, incidiendo en una mayor temperatura promedio, elevando la línea de las nieves y reduciendo los volúmenes de los glaciares, últimas fuentes de agua superficial segura para zonas áridas como la nuestra.
Los enfoques hidrológicos tradicionales utilizados en los balances oferta-demanda ya no están respondiendo de manera adecuada sobre la real disponibilidad de las fuentes habituales y menos podrían permitir desarrollar una planificación a futuro sin tener en consideración aspectos que permitan situarnos en escenarios menos vulnerables y con menor incertidumbre.
La condición de crisis declarada en la disponibilidad de agua ha hecho evidente una realidad no reflejada en años de bonanza en las precipitaciones: que la gestión y las actividades que se desarrollan con dependencia del agua no se condicen con su emplazamiento en una región de características áridas. Los años de bondad climática que se registraron especialmente en los ochenta y parte de los noventa, permanecieron en la memoria colectiva. En conjunto con el desarrollo de condiciones económicas favorables, esto trajo consigo medidas de fomento al riego y nuevos embalses que asegurarían el agua necesaria frente a posibles sequías futuras. Así, el sector agrícola de la región experimentó un vuelco importante hacia nuevas inversiones en frutales de alto valor y demanda hídrica, como paltos y cítricos, entre otros, aumentando en forma importante las superficies, yendo en muchos casos más allá de lo aconsejable.
Tendencia y respuestas
Las evidencias regionales revelan aspectos que son irrebatibles y que deben ser de manera urgente consideradas:
- La región de Coquimbo es un territorio de características áridas, en la cual existe un incremento de las condiciones desérticas por tendencias climáticas, sobre-uso de agua y expansión de actividades productivas en áreas no aptas.
- El ritmo actual de las demandas de agua no es sustentable y no puede ser mantenido.
- Tanto la normativa vigente, como la gestión pública y privada en torno a los recursos hídricos, no han tomado en cuenta la historia climática de la región de Coquimbo.
- La agricultura es, por lejos, la actividad productiva que mayormente emplea agua en la región de Coquimbo (81% a nivel regional). Sin embargo, en las actuales circunstancias, corre serios riesgos de desaparecer. En el mejor de los casos, la agricultura puede ser mantenida como una actividad productiva relevante en la región de Coquimbo, pero empleando superficies menores a las usuales, cultivos menos demandantes de agua, y tecnologías de distribución y uso del agua sofisticadas y altamente eficientes.
- La minería ha ido paulatinamente adaptándose a la condición de escasez hídrica a través de tecnologías eficientes de uso del agua y la proyección de futuras plantas desalinizadoras de agua. A pesar de lo anterior, no debe obviarse que es una actividad que emplea recursos no renovables.
Bajo este contexto, es indudable que la actual situación se podría alivianar en parte con medidas que contengan aspectos orientados al bien común, que se basen en información oportuna y de calidad, una institucionalidad público-privada eficiente y con medidas de fomento adecuadas a la realidad de los diferentes sectores productivos y de las particularidades y características propias de los territorios de la Región. En otras palabras, es necesario revisar, en forma responsable, el cómo deberíamos actuar en el futuro próximo y también contar con una visión de largo plazo más segura y confiable.
Esquema metodológico
El esquema metodológico base, se describe en cada uno de sus componentes:
Existen dos ejes de información, como son la información actual y la información de proyección, la que derivan del levantamiento de información y la consulta a actores locales relevantes que puedan aportar otros datos.
La información actual reúne todos los antecedentes existentes hasta hoy en torno a la región y sus diversas cuencas. Esto incluye la revisión de documentos tales como la Estrategia Nacional de Recursos Hídricos, el Plan Maestro de los Recursos Hídricos de la región de Coquimbo, los Planes Territoriales existentes, acciones que llevan a cabo organismos estatales y privados, otros estudios existentes de tipo hidrológico, económicos, sociológicos , arqueológicos, etc. Asimismo, incluye la revisión de conflictos actuales en el tema hídrico y territorial, como también las medidas paliativas (subsidios, bonos, revestimiento de canales, bombardeo de nubes, etc.) que las autoridades proveen a cada cuenca.
Por su parte, la información de proyección ha sido obtenida desde los estudios existentes y opiniones que incluyen cada cuenca de interés, pero se diferencia en el hecho de que la información colectada corresponde a aquella que pronostica situaciones futuras, tales como proyecciones de precipitaciones (oferta hídrica), proyecciones de demanda hídrica, adelantos tecnológicos, expansión urbana, inversiones proyectadas, conflictos, etc.
Sistematización de información
Una vez levantada la información, ésta se ha sistematizado para elaborar la correspondiente línea base por cuenca. Esta sistematización consideró dos ejes:
La información de la situación actual y la proyectada (la cual surge naturalmente tras los dos ejes de información ya descritos). El tema o concepto, como ser: oferta versus demanda hídrica; planes de inversión; conflictos; tecnología actual y futura; problemas ambientales; medidas proyectadas; uso del territorio.
Talleres de Análisis Estratégico
Una vez sistematizada la información y elaborada la línea base por cuenca, se coordinó junto a la con la Contraparte Técnica, el desarrollo de talleres de análisis estratégicos correspondientes a cada cuenca, con la participación de todos los actores locales relevantes (sectores productivos, autoridades políticas, organizaciones de usuarios del agua, entre otros).
CAZALAC, en forma previa al desarrollo de los talleres participativos, extendió un cuestionario que los participantes respondieron con antelación, logrando de tal manera focalizar los talleres en los puntos más relevantes para los actores locales.
Estos talleres comenzaron con la descripción de la cuenca de acuerdo a la línea base definida tras el levantamiento y sistematización de información.
Posteriormente la información entregada fue expuesta y analizada por por parte de los asistentes a los respectivos talleres.
Se emplearon técnicas de trabajo participativo mediante la aplicación de metodologías de open space, logrando un involucramiento efectivo de los actores de cada cuenca.
Las actividades sugeridas en los talleres, fueron priorizadas en el pleno, estableciéndose entonces prioridades y acciones con seguimiento programado.
Asimismo, a partir de esta metodología, se identificaron fortalezas y debilidades vinculadas a los recursos hídricos y que limitan el desarrollo de cada cuenca, las motivaciones que rigen a actores y usuarios de agua locales, y se trazó la vocación y la visión local en cada caso. Así, considerando los factores determinantes de las fortalezas o debilidades al desarrollo, los planes de inversión existentes y planteados, y los balances de oferta y demanda hídrica proyectados desde diversos estudios y desde el Directorio Regional del Agua, se identificaron los escenarios más probables para cada cuenca, en los cuales deberán acomodarse las prioridades fijadas.
Principales Resultados
Con lo anterior y siguiendo un orden lógico dentro de cada escenario, se trazó una visión común de la cuenca y su vocación productiva, y se plantearon los lineamientos estratégicos, es decir los objetivos y actividades involucradas para este fin, con sus correspondientes planificaciones de corto y largo plazo (2014 – 2018 y 2018-2030, respectivamente).
Una vez determinados los lineamientos estratégicos y las planificaciones de corto y mediano plazo establecidas con el detalle requerido, se realizó la sistematización de la información para elaborar la Estrategia Regional de Recursos Hídricos por cuenca 2014 – 2030 de la región de Coquimbo.